martes, 27 de octubre de 2009

Agua

Para mi segundo post, me gustaria compartir un cuento que escribi hace algun tiempo. En el cuento se relata la historia de un hombre. Una persona comun y corriente que no sabe donde esta parado y trata de averiguar que esta haciendo ahi.
Este cuento tambien lo publique en mi pagina en deviantart

http://nicolaslopezg.deviantart.com/


Todo el cuento es una gran metafora, detras de esta historia, se encuentra una porcion de mi vida, una situacion similar por la cual pase, una relación en la cual me sentia como en la niebla. En este texto trate de describir todas las etapas de ésta. Espero haber sido suficientemente claro. Me gustaria mucho que si alguien se toma el tiempo para leer estas 5 paginas, que escriba al menos algunos renglones a modo de critica. Estoy incursionando en la escritura y me gustaria poder saber que tan buenos o malos son mis escritos. Este cuento lo escribi hace algunos años, considero haber aprendido mucho desde ese entonces, pero decidí no modificar nada de este texto por que asi fue como me salio en su momento, creo que cualquier cambio que hiciese lo haria perder ese sentimiento.

Agua


Abro los ojos. No se donde estoy. Siento mucho calor. No puedo moverme. Una luz brillante me ciega, me obliga a cerrar los ojos de nuevo. No siento mi cuerpo. ¿Dónde estoy?, ¿Cómo llegue acá? ¿Por qué estoy acá?. No recuerdo nada. No se ni quien soy. De a poco comienzo a sentir mi cuerpo de nuevo. Con el viene un nuevo dolor, un ardor que recorre cada parte de mi. Los labios, no puedo moverlos, están sellados, y arden, mucho, como si sobre ellos hubiese fuego. Apenas puedo mover mis dedos, no mucho, pero lo suficiente para darme cuenta de que estoy vivo, que a pesar de todo sigo en el mundo que conozco, que a pesar de todo el dolor y la confusión sigo acá. Poco a poco empiezo a recobrar el conocimiento, empiezo a sentir cada vez mas mi cuerpo y lo que lo rodea. Hago otro intento de abrir los ojos, pero la luz persiste y me obliga a desistir, es una luz muy brillante, como un gran farol apuntándome directamente a los ojos. Me recuerda a la luz que usaría un dentista para trabajar en mi boca. Me pregunto, ¿estaré en un dentista?, ¿acaso estoy bajo el efecto de alguna clase de anestesia?, eso explicaría por que no puedo moverme y la luz brillante en mi cara, pero, ¿Por qué siento tanto calor?, ¿Será acaso algún efecto secundario?, ¿O acaso salió todo mal?. De ser así, ¿Por qué el doctor no detuvo la operación?, ¿Sabrá que algo salió mal?, ¿Habrá forma de detener este dolor?, y si no sabe que algo anda mal, significa que nadie hará nada, entonces estará en mi el deber de avisarle, yo soy la única persona que puedo avisarle que no esta todo bien, que tiene que detener la operación, no quiero morir en una operación, no así, no puedo morirme todavía, tengo muchas cosas por hacer, muchos planes armados, me rehúso a dejar todo acá. ¡No voy a morir ni acá ni ahora!
No puedo moverme, ¿Cómo se supone que le voy a avisar al doctor que pare si no puedo hacer nada?. Intento con todas mis fuerzas gritar, pero no de mi boca no sale nada, lo único que logre fue lastimarme los labios al abrirlos, toda esperanza de vivir se fue con esa bocanada de aire, ese ultimo esfuerzo. De pronto siento algo caliente en mi mejilla, un calor nuevo, un calor que refresca, es como un fino hilo agua cayendo por mi piel. Pero eso no es posible, ¿de donde saldría el agua?, ¿Por qué no la sentí antes?, ¿Por qué se siente caliente?. De tanto pensar en ese extraño liquido no me di cuenta que este había desaparecido, solo quedaba una sensación extraña por donde este había pasado, una sensación como de pegote, como si tuviese alguna clase de caramelo embarrado en la cara. Cada vez entiendo menos. Definitivamente eso no era agua, de otro modo no habría desaparecido tan rápido, y no habría dejado ese rastro pegajoso. Acaso era.... No, no puede ser, aunque encajaría muy bien con la explicación del dentista, pero... ¿Por qué lo sentí recién ahora?, ¿Podría ese extraño liquido ser sangre saliendo de mi boca?, eso podría explicar el por que la sensación pegajosa en mi mejilla, y dar credibilidad a mi teoría de el dentista, pero, ¿Cómo explicaría el que esta se secara tan rápido?. Al menos ahora tenia una esperanza, cuando el doctor se acercara a limpiarme podría intentar nuevamente de avisarle. Hablando de eso, ¿Dónde esta el médico a todo esto?, acaso, ¿no debería estar atendiéndome?, ¿por que no sentí en ningún momento el contacto de sus manos, ni siquiera voz?. Ahora que me doy cuenta, desde que desperté no escuche nada, no recuerdo haber sentido nada tocar mi cuerpo. Eso significa que no estoy en una sala de operaciones. Entonces, si no estoy ahí, ¿dónde estoy?. Intento vanamente moverme, solo logro hacer que mis dedos rocen el suelo. Al hacerlo un escalofrío recorrió mi espalda. No pude evitar levantar los dedos ante el primer contacto. No puedo creer lo que sentí, no es posible. Tengo que intentarlo de nuevo, espero esta vez sentir algo distinto. Ante mi sorpresa descubrí que mi primera impresión era acertada, yo estaba acostado sobre un polvo muy fino y caliente. No era tierra, no era nada familiar, ¿como puedo estar en un lugar que me es totalmente ajeno?, ¿Dónde estoy?, ¿Qué es este polvo?, ¿Por qué esta tan caliente?, ¿Por qué no tengo recuerdo alguno sobre como llegue acá o sobre donde es acá?.
Un tercer intento de abrir los ojos, tengo que averiguar donde estoy. Al abrirlos de nuevo aparece la luz, esa maldita luz que no me permite encontrar respuestas, si tan solo pudiese abrir los ojos, si tan solo pudiese ver a mi alrededor. Luego de ver la luz durante unos segundos desisto ante la posibilidad de dañarme la vista, prefiero esperar un rato mas antes de intentar nuevamente. Mientras tanto voy a tratar de averiguar por otros medios donde estoy. ¿Qué se hasta ahora?, se que no estoy en una sala de operaciones bajo el cuidado de un medico, se también que no estoy en ningún lugar conocido por mi, o al menos no lo reconozco por lo poco que se de el, se que hace demasiado calor. El calor viene tanto de arriba como de abajo, el piso esta casi tan caliente como el ambiente. Tengo la boca lastimada, reseca por ese calor, un calor que se esta volviendo insoportable. Hay una luz apuntándome directamente a los ojos que no me deja ver nada. Aparentemente estoy completamente solo. ¿Qué lugar podría ser este?, ¿Dónde estoy?. Si tan solo pudiese ver a mi alrededor, si tan solo pudiera apartar la vista de esa luz, si tan solo pudiese mover mi cabeza hacia un costado... Pero no puedo, intento, intento y... y... Lo logré, pude acostar mi cabeza a mi derecha. Pero ahora me estoy quemando, esta parte del piso, si es que así puedo llamarlo está demasiado caliente, pero tengo que ser fuerte, tengo que resistir un poco el dolor, así va a ser la única forma en la que yo pueda abrir los ojos y ver donde estoy. Cuando por fin hubo cesado el ardor me decidí a intentar nuevamente. De a poco, tratando de evitar cualquier posible problema. Como era de esperarse, esa molesta luz ya no está frente a mis ojos, si no que ahora estaba arriba mío. Si bien sigue siendo una molestia, ya no me impide ver. De a poco empiezo a distinguir mi entorno entre una neblina blanca que se disipa suavemente. Esta visión me horrorizo. A medida que el manto blanco desaparece, puedo observar todo lo que me rodea, aunque irónicamente, nada lo hace, de a poco puedo ver que no veo nada, me decepciono al darme cuenta que estoy en la mitad de la nada, solo hay cielo y este fino polvo a mi alrededor, y un resplandeciente cielo azul de fondo, pero nada cerca, todo lo que veo es la nada, el completo vacío, la soledad. Ahora entiendo por que le dieron ese nombre, por que los llaman desiertos, por que cuando miras a tu alrededor solo vez vacío, nada de nada, solo un naranja que lo cubre todo, un naranja tan brillante que encandila. En este momento daría cualquier cosa por poder ver algo, me encantaría ver aunque sea un poco de pasto, sentir el verde de la naturaleza, yo creo que en la misma situación en el medio de una verde pradera me sentiría muchísimo mejor. ¿Qué estoy diciendo?, lo único que necesito ahora es encontrar la forma de levantarme de acá y volver a mi casa, me estoy volviendo loco acaso,¿por qué mi mente divaga en un momento tan crucial como este? Tengo que mantener la concentración, o voy a morir acá. Tal vez del otro lado haya algo, tal vez pueda encontrar alguna solución.
Parece que de a poco recobro fuerzas, esta vez mover la cabeza hacia mi izquierda no resulto tanto trabajo. De este lado puedo divisar algo cerca de mí, pero me cuesta enfocar la vista, parece un paquete, como una gran caja marrón, pero de ella sale algo, algo que se dirige hacia mi, como una gran maraña de serpientes, pero mucho mas finas. Son hilos, si, varios hilos que se acercan serpenteando desde el gran paquete. No puedo ver donde terminan los hilos, estos se acercan a mi torso, a la altura de mi brazo. Ahora que veo estos hilos empiezo a sentir algo extraño en mi brazo izquierdo, algo que antes no sentía, es como si algo me estuviese cortando la circulación. Ahora entiendo por que podía mover solo el brazo derecho. Estos hilos están cortándome el brazo, están atados a el impidiendo la irrigación de sangre. Puedo sentir que estos hilos siguen por debajo de mi cuerpo hasta salir por detrás de mi cabeza donde quedan fuera de mi percepción. Volviendo a la caja, puedo distinguir que esta hecha de alguna clase de tela, como si fuese una mochila, si, es una mochila. Me pregunto ¿que contenderá?, ¿qué serán esos hilos que salen desde adentro, y por que están atados a mi cuerpo?, acaso ¿no quería perder la mochila cuando hice eso?. Haciendo un esfuerzo con la vista puedo distinguir algo escrito en ella, parece un nombre, pero no esta completo, mas de la mitad esta bajo la arena, solo puedo distinguir la ultima letra, una clara letra “A”. Me pregunto que dirá la mochila, ¿Por qué tenía tanto interés en no perderla?. Sea lo que sea esa mochila esta fuera de mi alcance por ahora, a duras penas puedo mover mi cuello y un poco mis dedos. Estoy muy cansado, me duele mucho la cabeza y todo el cuerpo, tal vez sea mejor tratar de descansar un poco, tal vez así pueda moverme cuando me despierte.
Cierro los ojos e intento dormir. Intento pensar en nada, olvidar que estoy solo en mitad de un desierto y que no tengo forma de salir, pero no puedo, solo puedo pensar en que voy a morir acá y en que no tengo otra opción, nadie vendrá a rescatarme, nadie tiene forma de saber donde estoy, y por mas que supieran donde estoy, me pregunto si alguien tendrá ganas de volver a verme, si le importo lo suficiente a alguien para que venga a buscarme, tal vez me dejaron acá, tal vez alguien no me quiere cerca y por eso me trajo a este desierto, si tan solo pudiese recordar algo de mi vida. Cada vez que lo intento me duele la cabeza, este dolor me esta matando. Todo el cuerpo me duele, ambas piernas están paralizadas, y duelen mucho. Tengo mucha sed, me estoy volviendo loco, necesito agua, aunque sea unas gotas, algo con que mojar mis labios. Tengo mucho calor, no corre aire en este lugar. Hay demasiado silencio, no se escucha nada, como si estuviese sordo, se que no lo estoy, es solo que el silencio es muy profundo, nada hace ruido, nada se mueve, todo se queda igual, todo sigue vacío. Al fin empiezo a quedarme dormido, empiezo a sentir que todo desaparece poco a poco, el dolor se atenúa, la sed disminuye, todo empieza a ir mejor. Hasta podría jurar que siento el viento en mi cara, es una brisa suave, una brisa húmeda, pasa por mi rostro, me refresca, puedo escuchar el viento a lo lejos, escucho algo mas que el viento, escucho agua, escucho el mar, si, es el mar, estoy cerca del mar, no puedo creerlo. Abro los ojos y me siento, estoy sobre unas piedras junto al mar. Un Hermoso amanecer, el sol a lo lejos sobre el nivel del mar, un semicírculo perfecto, brillando solo para mi, brillando sobre un perfecto espejo, un espejo liquido que se mueve, crea un efecto bellísimo, ese manto azul danzando debajo de mí, todo este espectáculo de color y luces es solo para mi, no hay nadie mas cerca, soy el único afortunado, me siento con suerte. Me paro, abro los brazos, siento el aire pasar por mi cuerpo, me refresca, me llena de energía, me alegra. El aire es fresco pero no frío, es hermoso. Me asomo al borde de la roca, miro para abajo, debo estar a mas de 3 metros del agua. Que ganas de saltar, que ganas de estar rodeado por esa agua, estar en medio de ese espejo, formar parte de ese espectáculo. Pero estoy muy alto, podría lastimarme, caer sobre una roca, es demasiado peligroso, hay mucho en juego, pero el espectáculo es tan lindo, tengo tantas ganas de estar ahí, de sentir el agua rozarme, es la primera vez que puedo admirar un amanecer así, y no quiero desaprovechar la oportunidad. Esta decidido, voy a hacerlo, voy a saltar al agua. Me alejo del borde, me preparo, calculo las distancias, empiezo a correr, mientras mas me acerco al borde este mas lejos parece, el camino parece interminable, quiero llegar ya. Tengo un pie sobre la roca y el otro en el aire, ya no hay vuelta atrás, me estoy jugando el todo por el todo. Cierro los ojos, estoy en el aire, estoy volando, siento el viento tocar mi cara. De pronto siento que algo toca mis pies, no es agua, es algo sólido, estoy parado sobre algo, no fue un aterrizaje brusco, fue mas bien suave, se sintió como caer sobre algodón. Abro los ojos, a mi alrededor veo un hermoso paisaje, todo verde, estoy en medio de un valle, a ambos lados altas montañas vestidas de robustos árboles, para donde mire veo un manto verde que todo lo cubre. Sobre mí un cielo estrellado, la luna llena lo ilumina todo, su manto plateado le da un toque especial al verde que me rodea, todo un espectáculo. De nuevo estoy solo, toda esta maravilla de la naturaleza se muestra ante mi, soy el único capas de apreciar todo esto. Me siento bien, estoy feliz, estoy cómodo acá, no quiero irme.
Algo cae en mi frente, una gota, cae del cielo a acariciarme, siento como se desliza a lo largo de mi piel, pasa junto a mi ojo, baja por mi mejilla, parece detenerse temerosa junto a mi boca, pero luego sigue bajando llega hasta mi mentón, donde se prepara para dejarme. Antes de que esto pase, otra gota cae al otro lado de mi cara, esta también empieza a deslizarse, pero esta es mas suave, parece mas tranquila, rueda por mi cara, acariciándome por donde pasa, se acerca a mi nariz, sigue su camino, llega a mis labios, donde se funde con mi cuerpo. Puedo sentir su sabor, su esencia, tiene un sabor extraño, no es igual a cualquier gota, esta gota es extremadamente dulce, pero no empalaga, sabe a miel, es muy sabrosa, me refresca, me hace bien, desearía que otra gota hiciera lo mismo. Cierro los ojos, inclino mi cabeza hacia arriba, abro la boca, me dispongo a esperar una nueva gota, pero esta no llega nunca, espero y nada pasa. Decepcionado cierro la boca y bajo la cabeza. Justo cuando estoy dispuesto a abrir los ojos nuevamente siento una gota caer en mi frente, luego otra, y otra. Todas tienen ese mismo gusto dulce que las hace tan especiales, que las distingue de cualquier cosa que halla sentido antes. Esta empezando a llover, siento como cada vez mas y mas gotas caen sobre mi, no solo sobre mi cara, si no sobre todo mi cuerpo. Completamente desnudo siento cada gota caer sobre mi, siento como estas me acarician, como me besan, siento esa dulzura en todo el cuerpo, es maravilloso, me encantaría que este momento no termine jamás. Es hermoso, y es solo para mi, este espectáculo me lo regalo la naturaleza solo a mi, es mío y no quiero compartirlo con nadie mas.
Me acuesto en el piso, me dejo deleitar por mis sentidos, siento como el agua pasa por mi cuerpo y empieza a acumularse junto a mi. De pronto el sabor cambia, empieza a volverse cada vez mas amargo, empieza a perder ese encanto. Abro los ojos, ya no veo la luna llena bañando todo con su luz plateada, ahora esta el sol, justo sobre mi, tiñendo todo de amarillo naranja, me lastima la vista, el agua yo no es fresca, esta caliente, empieza a quemarme, empieza a subir el nivel del agua. No puedo moverme, siento como cada vez hay mas agua, esta va a taparme, me voy a ahogar, ya no llueve, pero el agua sigue subiendo. Siento como me estoy hundiendo, como cada vez estoy mas tapado. A duras penas puedo respirar, este liquido ya no es agua, es otra cosa, no puede ser, este liquido no tiene comparación con el jugo dulce de hace unos minutos, este esta caliente, sabe amargo, es desagradable, y esta empeñado en ahogarme. Estoy completamente hundido, pero no puedo moverme, no puedo cerrar los ojos siquiera. La luz es mas brillante ahora, es mas molesta, esta lastimándome. Me pregunto cuanto tiempo mas voy a poder aguantar la respiración. ¿Como puede algo tan bello lastimar tanto?
Puedo volver a respirar, pude cerrar los ojos, me siento un poco mejor ahora, aunque me duele mucho la cabeza, y ese calor insoportable no se fue. Abro los ojos. Esa luz sigue ahí arriba. Al menos ahora no hay agua. Estoy nuevamente en el desierto, acostado sin poder moverme. Pero ahora hay algo mas, hay un árbol, justo sobre mi, sobre mi cabeza, un árbol extraño, tiene forma de letra “F”, solo tiene dos ramas, una sobre la otra, ambas sobre mi cabeza, parece muerto.¿Cómo no estarlo en este terrible lugar? Debe estar muerto de sed, al igual que yo, me pregunto como habrá llegado a este lugar. Me parece escuchar algo, un aleteo, se esta acercando, parece algún pájaro. Ahora puedo verlo, es un hermoso colibrí, se acerca, se posa en mi pecho, se ve amigable, me acaricia con la cabeza, no entiende que me pasa, solo sabe que algo anda mal y trata de ayudarme. Intenta hablarme pero no puedo entenderlo, no puedo moverme. De un momento a otro emprende vuelo, mi desesperación es terrible, mi único amigo, el único ser vivo en quien puedo confiar en este momento se esta yendo, se esta alejando de mi, lo veo que se eleva, que se acerca al árbol. A medida que se acerca va perdiendo esos colores tan característicos de el, empieza a teñirse de negro, se vuelve mas lento, cada vez se parece mas a un cuervo, ya no es mas el ave amistosa que se poso junto a mi a ayudar, ahora esta posado en una rama, esperando que yo tropiece, que yo cierre los ojos, que me descuide para apoderarse de mi, de lo ultimo que me queda, de mi carne, de mi cuerpo. Junto al cuervo hay un vaso, suena extraño, pero hay un enorme vaso de cristal, lleno hasta el tope de agua, se ve fresco, me recuerda a la lluvia dulce que me acariciaba. Lastima que esta fuera de mi alcance. El cuervo sabe que yo quiero beber, que lo necesito, se acerca al vaso, lo toca, se refresca con él, me hace notar que se siente bien, me demuestra que el agua es fresca, que el la tiene y yo no. Se asoma al borde y empieza a beber, siento como traga, puedo escuchar el agua pasar por su garganta. Cierro los ojos, no puedo verlo, prefiero imaginar que no hay agua a verlo a el tragar y disfrutar lo que yo no tengo. El se da cuenta de eso, puedo escuchar como se enoja, como detesta que yo no lo mire, el quiere que yo vea como el toma. De pronto todo el sonido cesa, de golpe no escucho nada. Abro los ojos y veo como el cuervo se dispone a tirar el vaso, esta empujándolo con la cabeza, lo va a tirar sobre mi. No entiendo que quiere hacer. Veo el liquido azul volar sobre mí, este opaca el sol por unos segundos, me proporciona sombra, y aunque sea por un instante me siento mas fresco. Siento como mi cara se refresca de golpe, como el agua vuelve a acariciarme como antes, toda mi cara esta empapada. Y yo sin poder abrir la boca para beber, mis labios están sellados, no hay manera de poder abrirlos. Siento al agua tratar de entrar por mi boca, decepcionada de mi, esta se acumula y forma una pequeña laguna, que me refresca. El cuervo baja del árbol y aterriza junto a mi, empieza a lamer mis mejillas, trata de tomar lo mas que pueda, no quiere que yo me sienta bien. Ahora entiendo lo que esta haciendo, esta mostrándome que el puede beber y yo no, yo tengo la cara empapada pero no puedo abrir la boca, en cambio, el puede hacer lo que le plazca. Empieza a secar mi cara con su lengua, parece una lija, por donde pasa me raspa, me lastima, hasta podría jurar que en varios lugares estoy sangrando. Para el último deja mi boca, primero me lastima con su pico, parece disfrutar el gusto de mi sangre, tiñe la bebida de rojo y luego la bebe, tranquilo, no hay quien lo apure, puede hacer lo que quiera. Yo estoy atado al piso, estoy confinado a verlo beber de mi cuerpo, beber incluso mi sangre, hasta la ultima gota, verlo disfrutar lo que yo solo puedo soñar y recordar, y que por mas cerca que este de mi no puedo siquiera tocar.
Una vez hubo acabado su festín despego en línea recta emprendió un viaje en vertical, derecho hacia el sol. Ya no puedo verlo, pero se que esta allá arriba, que me esta mirando, que esta esperando mi muerte para seguir disfrutando. No voy a darle ese gusto, no voy a morir todavía. Del medio del sol veo que algo sale volando, no distingo que es. Parece un avión, aunque no lo creo. Sea lo que sea esta en llamas, y esta a punto de caer. Algo salió de adentro, algo se calló, parece una persona, alguien salto del avión. Espero que pueda ayudarme. Abre un paracaídas, y empieza a bajar tranquilamente. De la nada aparece el cuervo. Cuando mi última esperanza estaba a unos metros del suelo el ave se las ingenia para arruinar su paracaídas, para enredarlo alrededor de su brazo izquierdo y hacerlo inútil. Desde lejos contemplo como esta persona lucha para librarse de esos hilos. Es peor que una película de terror, el pobre hombre esta desesperado, cayendo y no puede hacer nada. Aunque no esta tan alto, tal vez pueda sobrevivir a la caída. No, seguramente al caer se va a fracturar algún hueso y va a quedar en la misma condición que yo. A medida que se acerca al suelo empiezo a reconocer su rostro, me parece familiar. Mí corazón se detiene un instante. ¡Esa persona cayendo soy yo!. Yo estoy enredado con mi paracaídas y no puedo hacer nada. Veo el suelo acercarse a gran velocidad. Voy cayendo en círculos. Estoy en la mitad de la nada, nadie va a encontrarme jamás. Lo ultimo que puedo ver es el suelo naranja, todo naranja, cada vez mas cerca. Sin posibilidad a esquivarlo, para donde mire hay solo naranja. Me doy cuenta que estoy cerca de mi final. Siento el viento silbar a mi lado, como riéndose de mí, de lo tonto que fui al enredarme, al intentar este viaje, al dejar todo atrás por una aventura incierta, por creer que podría con todo. Ahora me doy cuenta que no, que ahora estoy solo, no hay nadie cerca, no puedo contar con nadie para que me ayude, cada vez estoy mas cerca de mi final. En un ultimo intento logro quedar de espaldas al suelo, admirar unos segundos el cielo, ver por ultima vez el azul, recordar felices momentos. Hasta que por fin llegó, en un instante todo se volvió negro, no hay dolor, no hay sufrimiento, no hay placer, no hay nada, solo el negro y vacío que me rodea, solo el negro

sábado, 17 de octubre de 2009

Llanto Ensueños

Quisiera inaugurar este blog con un pequeño relato, un extraño sueño, un cuento sin lógica alguna en el mundo en el que vivimos. Después de todos, es solo un sueño. Pero este sueño no es como los demás, en este sueño yo llore... y llore mucho. Cabe destacar que soy de ese tipo de personas que nunca se abren, que viven dentro de un escudo de piedra. En otras palabras, soy de esas personas que nunca lloran. La primera vez que llore desde hace como 15 años fue hace unas semanas. Y ahora, con ese recuerdo fresco llore en sueños. Me pregunto si eso será una muestra de cambio, alguna prueba de que el esfuerzo que hice durante años dio resultado, o simplemente coincidencia.

Todo empezó de alguna extraña manera cuando a mi hermana la condenaron a muerte. Ella estaba enferma de muerte con algún tiempo mas de vida. Entonces, un jurado dijo que tenia que morir. La condenaron a recibir un hachazo en el cuello. Ella tenia que sentarse en una silla, y ver como el verdugo propinaba el filoso metal directo a la tráquea. Ahora que escribo, puedo imaginarme la sensación de ver el hacha ir a toda velocidad directo a tu garganta y no moverte, no por que no puedas, si no por que sabes que tiene que ser así, esta bien que esta rebane la piel, desgarrándote hasta llegar al otro lado.
En el momento que me entere de la noticia, no me pareció algo tan malo ni loco, era algo muy normal para esta sociedad onírica. Con el paso de la mañana el despertador sonó algunas veces, pero, sin despertarme, lo apagaba y continuaba en mi viaje a través de esta dimensión a veces tan desconocida, pero tan familiar. Cada vez que apagaba el despertador, el entorno cambiaba drásticamente, cambiaba la historia, y sobre todo mi manera de pensar sobre las cosas, pero siempre volvía al mismo sueño. Era como si cuando sonara el despertador, yo viajara a través de estas dimensiones hasta llegar a otro sueño, uno que no me correspondía esa mañana, entonces, lograba encontrar el camino a través de este de vuelta al mío. Muchos de estos viajes son bastante confusos en este momento. Como, de costumbre, olvido todos los sueños. Pero algunos todavía siguen vigentes en mi memoria. Uno que recuerdo, que se repitió en situaciones similares 2 veces.
Yo estaba dentro de un auto, uno deportivo, del estilo que "sturky and hutch®" hubieran usado en su serie. El mando estaba en mis manos, pero no sabia bien como usarlo. Sabia que tenia que llegar rápido a algún lugar. Es imposible recordar mi primer destino. Había mas gente dentro del auto, que me apuraban. Un gran murmullo a todo volumen diciéndome que hacer. Alguna de las voces me entendía, a las demás no les importaba, solo me apuraban y se quejaban. En estos viajes, yo manejaba a toda velocidad sin poder controlar el vehículo. Este avanzaba casi en línea recta. Todo intento de hacerlo girar era inútil, solo desviaba su curso un par de grados. En este sueño, al auto lo veía desde afuera, cual cámara de "Need for speed®". Recuerdo una curva en la cual gire el volante lo mas que pude, y el auto giro, pero por la velocidad que llevábamos, este mantuvo su trayectoria. Nos movíamos lateralmente. Una pared al final del camino funciono a modo de pista y evito un gran accidente. La pared se fundía con el piso de manera curva y suave, sirviendo de rampa al auto. Solo recuerdo el trayecto, no recuerdo a donde llegue, si es que así lo hice.
En otro de los sueños me encontré con mi hermana. Esta estaba sentada en una silla color marrón, una especie de banqueta alta de madera oscura. La habitación se parecía mucho a una vieja casa mía. Toda con colores oscuros y en las tonalidades del rojo y el marrón. Tela roja para algún sillón, listones de madera de pino barnizadas en las paredes. Techo alto de madera, de color roble.
Cuando vi a mi hermana me puse a llorar, no entendía por que debía perderla, por que debía morir, no quería que eso pasara. Me acerque, la abrase y llore en su hombro. No recuerdo nada mas.
En otro sueño, vi a mi hermana sentada en la misma silla, pero fuera de esa habitación, estaba al aire libre. detrás de ella un paredón inmenso, llegaba mas lejos que mi campo visual. Tanto este como el piso eran color gris cemento. Y el cielo estaba completamente nublado, también, color blanco apagado. Ella sentada ahí como si nada fuese a pasar, y yo, con mi cuerpo a los 3 años, parado junto a mis padres, preguntándoles porque. Y llorando incontrolablemente. En mi pecho sentía una fuerza de compresión tal que parecía que me iba consumir. Era como si mi corazón fuere un agujero negro tratando de tragarme. Mi fuerza de voluntad pudo mas que la sociedad. Corrí con todas mis fuerzas hasta donde se encontraba ella, la agarre cual bolsa de papas y la colgué al hombro. Ya no tenia ese cuerpo de nene, no se que cuerpo tenia. Con ella al hombro llegue al auto, me senté y escapé. Otra vez el murmullo, otra vez la velocidad, otra vez la impotencia, no podía doblar el auto. No se por que huía, sabia que lo que había hecho no estaba mal, sabia que a la sociedad no le interesaba que la hubiese rescatado, esta no lo veía malo, era como si la condena hubiese sido optativa, como si ella hubiese podido decir NO e irse caminando en todo momento. No tenia sentido, pero yo lo sabia. Y sin embargo me perseguía, escapaba, corría sin cesar, no se a donde, solo corría. En un auto sin control, el cual podía estrellarse en cualquier momento y matarnos a todos. Escapaba de lo que no iba a hacerme daño a lo que seguro me mataría. No se como terminó, el teléfono empezó a sonar, esta ya no era la alarma común, sabia que ahora tenia que levantarme, no podía seguir apagando la alarma, esta vez me tocaba levantarme.

Tal vez en el texto no se describió del todo bien, pero durante todo el sueño, y sus etapas, la sensación del llanto fue constante, si bien escribí que llore solo en dos ocasiones, casi todo el tiempo sentía mi pecho oprimido por el dolor, la tristeza total y plena, como si estuviera acostado en el piso y un elefante me pisara directo sobre el corazón. Sentir toneladas aplastarme y destruirme, un sentimiento que no existe en otro universo que no sea el de los sueños. Al llorar despierto, la tristeza y la opresión no alcanzaban ni a los talones de el ficticio. O, ¿será que el verdadero dolor fue el de anoche?, ¿Habrá sido una reverberación de la realidad traducida en un lenguaje que siquiera yo entiendo?. No creo saberlo nunca. Se que fue mucha tristeza, pero aunque parezca incoherente, no quería despertar, quería seguir durmiendo, quería seguir ahí adentro, no quería dejar ese mundo incierto, no parecía lastimarme tanto dolor, era una sensación nueva, y no quería que acabara. No se por que, solo no quería.

Mis lagrimas cayeron hace unas semanas ante la posible perdida de mi novia. La posible separación con la persona que mas quiero. La única persona elegida por mi con la que pasaría toda mi vida. Ella es una persona demasiado importante para mi, compartimos muchas etapas distintas de la vida, crecimos juntos, tanto interiormente como en nuestra relación. De ser una completa desconocida hace cuatro años, pasamos a ser excelentes amigos. La mejor que podría haber pedido. Nos acompañamos en otras relaciones, convivimos ambas separaciones, crecimos y aprendimos a estar juntos. Entendimos nuestros sentimientos y decidimos que podíamos dar un paso mas, que merecíamos ese cambio, el poder compartir aun mas cosas. Ante la perdida de todo eso, mi mente y mi cuerpo fueron débiles, sentí como todo eso se desvanecía, como lo que siempre había atesorado se estaba ahora escurriendo como agua de las manos. No podía darme el lujo de perderla, no sabia que hacer, estaba desesperado, nada de lo que hacia servia. Y lloré.


En ese momento crecí, entendí muchas cosas que antes no sabia, y logre mi objetivo, algo interno mío de mucho tiempo, aprendí a llorar. Durante mucho tiempo quise saber como se hacia, como es que la gente lloraba, como podía abrirse tanto, que el cuerpo se desintegrase de apoco, se licuara. No entendía como podría ser que la gente pudiese derretirse por los ojos por que ya no les importa nada, por que el mal es tan grande que no hay forma de oponerse. Nada de lo que hagas va a solucionar nada, por eso estas llorando, no te queda otra cosa.

Esta es mi pequeña introducción a este weblog, creo que para ser el primero tiene demasiado contenido persona, en estas palabras se encuentra gran parte de mi, gran parte de lo que soy ahora. Próximamente seguiré escribiendo y contando cosas.